La construcción del Arca.

En la azotea del Eurobuilding 5, el recién elegido Presidente del Gobierno medita sobre la gran responsabilidad que ahora tiene. Es algo que ha estado buscando enconadamente y que cuando al fin la tiene parece empezar a quemarle en las manos. El sol, que apenas si ha asomado durante todo el día, parece dispuesto a hacer acto de presencia justo en el momento de su ocaso. La gruesa capa de nubes negras que han dominado los cielos de Madrid durante toda la jornada ha quedado reducida a una apretada masa sobre la que ahora se posa el impertinente astro. La ciudad empieza a encender sus luces como si ya no estuviera la imponente esfera solar, las calles vomitan sin descanso riadas de gentes que van y vienen en aparente desconcierto. Los coches bordean las aceras como acechando a los transeúntes. De pronto, una brisa cálida le recorre la espalda, siente la necesidad de girarse pero antes incluso de que alguno de sus músculos comience a ejercer la debida presión sobre su torso, una mano...